
WILLKA ÑAN

>>>>COSMOVIVENCIA RUNA YANAKUNA<<<<
En el principio del tiempo, Yana era la noche, la oscuridad del tiempo y ella cubría el universo, no existía nada sobre la tierra, el Dios Wayra (viento) no cesaba de bullir y sostener la tierra con el fuerte soplido que surgía de su boca, el Dios Inti, (el sol) conciliaba el sueño al caer el día. Wayra inquieto por Yana (la noche) y por la quietud del tiempo decidió soplar fuertemente sobre los cabellos del Inti haciendo que se levantara y fijara su cuerpo sobre la tierra con lo que ella se iluminó y comenzó a calentarse, con este calor surgieron desde el fondo de la tierra los Tapukus que son hembra y macho, seres hechos de vapor; que echaron a andar sin lugar fijo a donde llegar. Así se alimentaban del vapor de agua que emergía de lo subterráneo. Un día Tapuku hembra no quiso vagar mas y se sentó a pensar en su propio ser, quería encontrar otros seres con quien compartir y mientras pensaba y pensaba, el pensamiento se fue calentando con el aliento del Inti y fue así como se encontró rodeado por el K’uychi (aro iris) quien le invito a recorrer los colores de su propio cuerpo, así fue como ayudado por Wayra el Tapuku hembra subió a los colores del K’uychi, ahí se dio cuenta que algunos Tapukus hembras y machos estaban surcados por muchos K’uychis y el Dios Inti vigilaba sin descanso. Del amor entre Tapukus y K’uychis y del aliento del Dios Inti surgieron los primeros hombres que se alimentaban de vapor y a quienes gustaba la noche. Inti los denominó Yanakunas por que quiere decir “gente que se sirve mutuamente en el tiempo de la oscuridad”. Otros Tapukus se negaron a ser hombres y el Dios Inti los convirtió en pájaros, de ahí vino el Kinde, el Tukan, el Gorrión de monte. El Dios Inti enseñó entonces al hombre Yanakuna a trabajar la tierra, de uno de sus dientes le entregó el maíz, de sus lagrimas le entregó la quinua, K’uychi compartió con los Yanakunas el cuidado de los Waykos y Yakus (que son los ríos y lagunas) y Wayra entregó la semilla de flauta y de su cuerpo enseñó los sonidos. A la mujer Yanakuna el Dios Inti le enseñó a tejer con los hilos del K’uychi y a sembrar la tierra. De esta manera y por todos los tiempos sabemos que los Yanakunas somos hombres de la oscuridad, del agua y el arco iris solar.
“Esta memoria antigua se origina del camino del gran retorno al SUMAQ KAWSAY YANAKUNA SUYU, recopilada de algunos fragmentos contadas por los abuelos desde tiempos inmemoriales, en el cual aparecen varios términos en idioma Runa Shimi o Quechua”